IVAN BUENO SCHUETT




Si bien se dice que una imagen vale más que mil palabras. Pues me quedo en silencio tratando de entender que pasaba en las mentes de estas personas capturadas por la lente de Iván Bueno.

Personajes pletóricos de emociones y sentimientos cubriéndose para descubrirse en estas manifestaciones folklóricas culturales; el ajayu atrapado en el instante preciso, cuando el cuerpo se saca el cuerpo y su ser ya no pertenece a esté mundo circundante. Patriciados en el tiempo tratando de buscar en el pasado o el presente ese instante de fe, alegría o dolor que se justiciará la vida.

Basta observar las imágenes de este joven artista para ver su vocación. El entendió que el arte no se trata de conceptos sino de emociones y de sentimientos. Estos encuentros y desencuentros emocionales hacen que esta propuesta tenga un matiz propio y singular.

Miradas de bailarines, músicos y espectadores que son parte de estas manifestaciones litúrgicas que se van apoderando de nuestra ciudad cada vez que la entrega de fe y devoción llame a los corazones de los devotos.

Cubrir para descubrir es pues la clave para entender la obra de Iván Bueno.

Reinaldo Chavez M.


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