Hay una cortina imperceptible entre la realidad y la fantasía. Un territorio sin fronteras donde el Ser humano navega sin temores ni compromisos preestablecidos. Allí conviven sin mayor apuro las apariencias que el intelecto crea, que la imaginación recrea y corporiza en líneas, formas y colores. Apresurando el espacio entre el silencio y el bullicio, bordeando los límites indefinidos del Ser y la Nada,
Allí, bajo la carpa cupular del firmamento, en medio de la vigilia y el ensueño transcurre el mundo de Isela. Sus personajes son actores silenciosos del Circo de la Vida. Contorsionistas de la emoción. Saltimbanquis sigilosos. Alegría contenida o más bien detenida, congelada en el Tiempo, en un compás de la música que acompaña el drama de las escenas. Suave, callada.
Javier Fernández
Artista plástico
Enlaces:
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinión nos interesa